La Era de la Shofas

Porque yo como digo una cosa digo otra...

sábado, febrero 19, 2005

Ella siempre ha pensado que puede pisotear a todo el mundo y aprovecharse de la gente. El tomar dinero ajeno, disfrazado de gastos extra por viajes de la escuela y demás ha sido siempre su principal talento. Es genial en eso, todo el mundo sabe que es mas larga que la cuaresma, y aun asi siguen metidos en sus equipos, dandole dinero a manos llenas. Es algo tipo Salinas de Gortari, sabes que es un viejo cabron, pero no puedes dejar de creerle las mentiras cuando las dice, de la manera tan convincente que lo hace. En su momento me toco pasar las de Caín bajo su mando. Pero ahora -Oh, destino- quien manda soy yo. Por vueltecillas curiosas que da la vida, ahora ella esta bajo mi mando. No puede recibir ningun apoyo del gobierno municipal si yo no lo autorizo y demás, lo que la hace querer arrancarse los cabellos. Pero, como era de esperarse, me trata como la princesa de Mónaco, haciendo la barba y todo el rollo. La había visto antes portarse lambiscona y lamewebos con otra gente para conseguir sus fines, pero el hecho de que ahora a quien trate de adular sea a mi me hace ver su verdadera personalidad en todo su esplendor. Mas que coraje, me da asco. No hay que aclarar que haga lo que haga, no conseguirá mas de mí que un "veré que puedo hacer" así hasta el fin del mundo o hasta que se harte, lo que pase primero (probablemente el fin del mundo llegue antes...) Tantos años de conocerla me dicen que no debo permitir que siga haciendo de las suyas, al menos no a costillas mías. Se oye mamón, pero no pienso ser una delincuente como ella. Digo, si ya sabe que su reputación de rata de dos patas *tono de paquita la del barrio* es mas que conocida por todos lados, no entiendo porque insiste en seguir haciendo creer que es una blanca paloma... Agh!
No cabe duda que hasta para ser un hijo de puta se necesita estilo.

Esta soy yo...

Ay que linda!