La Era de la Shofas

Porque yo como digo una cosa digo otra...

domingo, agosto 22, 2004

Hoy salimos rumbo a Concordia, Sinaloa, un lugar a media hora de aqui de Mazatlán, donde venden unos deliciosos raspados de leche y cajeta. Asi somos de pintorescos los mazatlecos, tenemos que viajar fuera de la ciudad por un simple antojo. Al final valio la pena. Fue un viaje de una tarde en la que comimos buñuelos, gorditas, coco y raspados. Puras porquerías, pero por demas deliciosas. Por primera vez en la vida, ellos no pelearon frente a nosotros. Ellos son unos personajes dignos de una novela de Yolanda Vargas Dulché... dramáticos a mas no poder. Son el digno ejemplo de como una mujer, por un simple miembro viril, se puede dejar humillar, gritar y maltratar y como es que un hombre puede ser agarrado totalmente en la pendeja y literalmente ser obligado a casarse casi sin notarlo. Patetico. Pero ellos son parte de una historia que contare otro día. Por lo pronto, ya estamos en casa y el no puede mas con las nauseas. Tanto dulce le ha caido mal. Quizá no sea tanto el dulce. Es el remordimiento. En fin, jugar a la enfermera el dia de hoy igual y puede no ser tan malo. Nada malo, in fact.
Ñaca Ñaca...

Esta soy yo...

Ay que linda!