Pensamientos por un angelito y un diablito

Estas dormidito...extendido en tu cama como solo tú sabes hacerlo...Dices sabrá Dios que cosas sin siquiera abrir los ojos; es algo que heredaste de tu mamá, esa habilidad de platicar estando aún dormido. Te volteas y sigues perdido en tu mundo de sueños de juguete, dulce y diversión. Hoy no fue un buen día para mí, y mientras me siento a pensar en eso y a sumirme en los pensamientos más sombríos, de la nada, comienzas a reír. Ah! Bien lo sabe Dios que podría quedarme a escuchar esa risa toda la vida. Con eso me recuerdas que no hay nada lo suficientemente importante para hacerme pensar que un día no ha valido la pena mientras tu estés aquí, y te tenga conmigo. Tus mismas carcajadas te despiertan de tu sueño, pero eso no impide que sigas riendo y me quieras hacer partícipe de tu momento. Me has hecho olvidar resentimientos, como siempre que te lo propones. No puedo más que abrazarte y decirte una y otra vez lo mucho que te quiero...Nunca podré terminar de agradecer a la vida el haber tenido la oportunidad de conocer un angelito y un diablito como tú. Aunque a veces hagas berrinches capaces de desquiciar a la persona más paciente...eso no importa en este momento, nuestro momento. Te adoro chaparro, ojalá y algún día sepas que eres mi bebé consentido, y que siempre lo serás, aunque crezcas y tengas muchas novias, y te cases y te hagas viejito...Porque yo siempre sere tu tía..."la chía" y tu siempre seras mi sobrino...mi enanito.